Para que las personas ciegas puedan desenvolverse por la ciudad como uno más hay que adoptar medidas que faciliten sus movimientos con más seguridad. Los semáforos adaptados son símbolo de como algo tan visual se puede adaptar. La luz verde de un semáforo no se puede ver, pero sí oírla. Es por ello que muchos semáforos han sido adaptados con la incorporación de señales acústicas. Algunos de esas señales solo se activan cuando la persona con deficiencia visual la activa con un pequeño. Con estas pequeñas adaptaciones las personas ciegas adquieren una mayor autonomía e independencia.
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